martes, 4 de junio de 2013

¿Cuál es tu amuleto regalón?

Después de la experiencia de la clase pasada, llegó mi turno de ser la actriz de este episodio de drama, junto al grupo 2 que habíamos separada anteriormente.
Nosotros debíamos llevar un objeto que apreciáramos tanto que no podríamos regalar ni vender. En un comienzo me costó demasiado elegir uno, ya que normalmente no me aferro mucho a los objetos materiales. Observé mi pieza y  me di cuenta que tenía algo que estaba ahí hace muchos años: Mi pequeña Dazzle (una osita de peluche).
Al iniciar la clase, nos comenzamos a sacar fotos con nuestros tesoros para luego tener algún retrato que poner en este blog. Luego nos pusimos en un círculo al medio, rodeados del resto del curso.















   

Primero, el profe Felix dijo que pusiéramos los objetos en el suelo y que tomados de las manos camináramos rodeándolos para ver que habían traído los demás. Había desde un anillo, hasta un libro. Cada cosa diferente a la otra.
Comenzó hablando la Javi Madrid, quien había traído una muñeca muy bonita. Luego fue donde todo cambió, le tocó hablar a la Mary (una de mis amigas). Ella estaba contando su historia y todos escuchábamos atentamente, hasta que el profe le preguntó: ¿simbólicamente a quién de este círculo, le regalarías tu objeto? Su cara cambió ya que en ese círculo estábamos la Isi y yo, ambas amigas de la Mary. Fue muy bonito como ella separó las partes de su objeto y nos dio un “pedacito” a cada una, diciendo unas palabras que nos emocionó mucho.
Luego habló la Isi, emocionándome aún más. Y como yo no quería llorar, las odie (simbólicamente)  por un rato jajaja.
Llegó mi momento, no estaba segura de qué iba a decir así que me lancé a la vida con lo que saliera. Comencé súper bien y como ya venía algo emocionada, en un momento me emocioné aun más, pero traté de controlarlo. Era una experiencia muy rara, porque al ver las caras de los demás y del profe, no sabía qué era lo que querían expresar, si me creían o no, o si pensaban que era estúpido lo que estaba diciendo. Al final, como no podía dividir mi osita en dos, se la regalé a la Isi, por el simple motivo de que ella representa más a una niña que la Mary, pero en el fondo las dos son importantes para mí, ya que a pesar del poco tiempo que llevamos conociéndonos, he estado con ellas desde el primer día que nos conocimos.
Así fueron pasando todos los demás del pequeño círculo, habían historias de todo tipo, unas más fuertes que otras, pero todas igual de lindas e importantes, en donde se notaba que todos los objetos que habían ahí, tenían algo especial que los hacía únicos. Salieron sentimientos de risas, penas, angustias, orgullos, felicidad y simplemente todos abrimos nuestros corazones.
Como se dijo al finalizar la actividad: emocionarse y demostrarlo te hace más fuerte, no hay ninguna muestra de debilidad ahí. Todos somos humanos.



lunes, 3 de junio de 2013

Abandona el pasado y el presente arrancará

Llegó una nueva clase y con ello un nuevo tema: Drama. Se dividió en tres el curso, siendo los actores de esta clase el grupo uno.

 Debían traer diario, el cual  pusieron al centro de la sala y formaron un círculo. El profesor Felix les dijo que debían pensar en una persona que haya influido mucho en su vida y hacer con el diario algún objeto que represente a ese tan importante sujeto. Mientras ellos construían sus obras, nosotros les sacábamos fotos y esperábamos ansiosos para ver qué fue lo que realizaron. Yo me puse en su situación y traté de pensar a quién representaría yo, lo cual me fue muy difícil. Admiro la capacidad que tuvieron mis compañeros para poder  pensar en alguien y construir su objeto tan velozmente.
Cuando llegó el momento en que todos habían terminado, cerraron las cortinas, la puerta, apagaron las luces y nos dijeron que este sería un momento personal que debía ser privado, por lo que no podríamos sacar fotos de esa parte de la clase. Surgió una gran expectación, todos acatamos y nos quedamos en silencio, formando un círculo alrededor de los que estaban al centro con los diarios.
Algunos de los objetos fueron: unos grandes lentes, un ramo de flores, una cinta para el cabello, corona, biblia, un corazón enorme, una delicada taza de mate, etc. Son algunas de las creaciones que fueron capaces de realizar cortando diario con las manos y uniéndolo con scotch. 













Lo que sigue, es totalmente una experiencia para recordar. Cada uno de ellos debía ir pasando de a uno, contando a quién y cómo representó y por qué lo escogió.
A medida que fue saliendo uno tras otro, surgió una explosión de emociones que eran casi inevitables de controlar, historias que se escondían atrás de cada una de las caras que vemos a diario, sentimientos que entre todos compartimos al unísono. Estallos de risas, penas, confusiones, comprensión, empatía y más de alguna cara que expresaba desde el mayor sentimiento de compatibilidad hasta algunas con desinterés. En esta clase hubo  un complot de emociones que aparecieron todas al mismo tiempo.
Camufladamente en esta actividad practicamos nuestra capacidad de escuchar, mantener el silencio y sobretodo conservar un respeto tan grande, que nuestros compañeros fueran capaces de expresar todo lo que sentían. Todas estas son características que un terapeuta ocupacional debe tener más que adquiridas y comprendidas  para formar un lazo especial con el usuario.
Al terminar esta clase, es cuando te das cuenta que las cosas pasan y los recuerdos siempre quedan en nuestras mentes, lo cual es una oportunidad maravillosa para nunca olvidar los momentos buenos que hemos vivido y aprender de los malos que queremos dejar atrás pero que aún así son importante recordar.
Como dice esta canción:
“Dicen que un mal momento te hace más fuerte y otros dicen que no importa, que ese trago amargo pasará.
Sólo necesitas de una sonrisa que pueda tu carga aligerar y con la frente en alto caminar…”

Sonríe




domingo, 2 de junio de 2013

¡Libérate!

Y Volvemos a la ropa cómoda. El inicio de esta clase fue muy peculiar, ya que nos hicieron llenar una ficha estilo cuestionario, con cómo nos veíamos a nosotros mismo y qué creíamos que reflejábamos a nuestro entorno. 

Después de un rato, cuando ya todos habíamos terminado, comenzó nuestra caminata sin fin, solo que esta vez fue un estilo de precalentamiento a la actividad que venía después. Nos separamos en dos grupos y la profesora empezó a hacer distintos movimientos para la relajación de nuestro cuerpo, debíamos soltar el tronco y dejarlo caer, luego mover los brazos para un lado y otro, al igual que la cadera, hasta dejar nuestro cuerpo suelto. Eran movimientos que al principio se veían un tanto extraños y que daba vergüenza hacer, pero después de un rato todos estábamos inmersos en la actividad y ya no importaba como tú lo hacías.

Terminado ésto, nos dividimos en nueve grupos en donde debíamos escoger un concepto relacionado con nuestra carrera, el cual después representaríamos en un estilo de regalo, que al verlo esté descrito el concepto, el nuestro es  INCLUSIÓN.

INCLUSIÓN
Ese día, la mayoría de nosotros nos fuimos a vacunar con la segunda dosis en contra la Hepatitis B, por lo que muchos estaban muy adoloridos, así que a ellos la profesora les dio una misión especial: debían crear una melodía de relajación para finalizar la clase. El resto del curso nos dividimos en dos, el primer grupo tenía que quedarse dentro de la sala para improvisar y el segundo debía salir con sus máscaras (las que habíamos decorado dos semanas atrás) y crear otra improvisación. Yo me quede en la sala.

El grupo que nos quedamos dentro con la profesora, nos subdividimos en dos nuevamente, la profesora puso música de un estilo africano, diciendo que debíamos ir saliendo de a dos y movernos al ritmo de la música con movimientos extraños pero expresivos. Un grupo primero y el otro después. Por último  nos fuimos mezclando de a dos en dos y cuando estábamos todos bailando en el centro de la sala, la profe nos hizo imaginar que todos juntos éramos una máquina descompuesta. Rápidamente nos juntamos y comenzamos a movernos como una masa y a emitir distintos sonidos sin control. Fue una experiencia enriquecedora y muy diferente a cualquier otra.

Ahora, entraron los dos grupos que estaban afuera y comenzaron las presentaciones. Primero se presentó el grupo de las máscaras, entraron cabizbajos, con sus caras tapadas y cojeando. Entre ellos estaba el Nacho, quien hacía el papel de “devolverlos a la vida”, se acercaba a cada uno y emitía un sonido en frente de cada uno, los cuales lo repetían y se sacaban las máscaras, luego se volvió a repetir y cada uno fue cayendo al suelo con sus caras tapadas nuevamente. Fue una bonita improvisación.
Seguido de eso, nosotros les mostramos nuestra improvisación de movimientos y sonidos, para concluir con la presentación de las niñas que estaban creando la melodía de relajación.

Expresiones al mil.
Máscaras
Relajación


Movimiento

sábado, 1 de junio de 2013

¡Corre que te pillo!

La semana pasada, la profesora Erna nos dijo que para esta clase debíamos venir con ropa cómoda, que estuviéramos dispuestos  a ensuciar y tirarnos al suelo con ella, ya que trabajaríamos Movimiento Creativo. Al escuchar esto, lo primero que se me vino a la mente era yo saltando, bailando raramente, corriendo y rodando por el suelo. Pero cuando comenzó la clase, en realidad no fue exactamente como  pensaba.

Para iniciar, formamos filas y debíamos apoyar las manos en los hombros del compañero/a de adelante, cerrar los ojos y empezar a dar unos pequeñitos golpes alrededor de sus hombros, luego en la espalda y por último sobre la cabeza de la persona de adelante. Esta actividad funcionó bastante bien, ya que todos mantuvimos los ojos cerrados, la respiración constante y logramos concentrarnos hasta únicamente percibir los golpecitos que todos estábamos dando al mismo tiempo. 

Inmediatamente, debíamos formar parejas, la profesora se sacó los zapatos y se subió con ellos en las manos arriba de una silla. La actividad consistía en que cada uno era un zapato, entonces debíamos movernos tal como ella los movía. Fue muy chistoso, ya que terminamos todos en el suelo rodando, tratando de no chocar con los demás.
Hablando de evitar a la gente, ¿te has dado cuenta lo difícil que es caminar por pleno centro de Santiago en un horario en donde todos salen de sus trabajos y corren para poder llegar lo antes posibles a sus hogares? Bueno, nosotros hicimos lo mismo, pero en nuestra sala. Debíamos caminar por todos lados, tratando de no chocar, luego teníamos que  ir saludando a los compañeros con los que nos topáramos sólo con la mirada, luego con la mano derecha, izquierda, con ambas, apretándonos una oreja, las mejillas y hasta dándonos choquecitos cadera con cadera. Según mi opinión ésto no funcionó muy bien, ya que la mayoría no logró concentrarse como creo que la profesora esperaba, así que terminó siendo una actividad en donde no fue tanto el sentido que se encontró, si no que fue un momento en donde desahogar la risa acumulada. 
En un momento la profe nos dijo que camináramos de espalda y nos quedáramos así con la primera persona con la que choquemos, yo me estrellé contra la Rayen, una compañera que mide como medio metro o más que yo. Por lo que fue medio complicado tratar de traspasar emociones por medio de las espaldas, ya que ella debía doblarse mucho y yo tratar de ponerme en puntitas para alcanzar sus hombros. Fue divertido.
Se acercaba el final de la clase, hicimos una coreografía de coordinación que la verdad no fue muy coordinada, hasta llegar a la parte final. Nos sentamos en grupos y únicamente por el tacto de nuestras manos, debíamos transmitir sentimientos y energías. Fue una experiencia nueva en donde más allá de darnos cuenta de las diferencias entre una mano y otra, se dio la particularidad de que fuimos capaces de transmitirnos cosas a través del tacto, acción que solemos olvidar.