viernes, 26 de julio de 2013

Y colorín colorado ....

Cada ciclo tienen un cierre y con cada cierre viene un final. Un final inevitable en este caso, pero no por eso será triste, puede ser el mejor término de esta historia.

Todo comenzó hace 5 meses atrás cuando llegamos a esa sala desconocida llamada Brígida Flores y aparecieron un par de profes con toda su emoción del momento para afrontar a estos 70 mechones con todo su afán de conversar y conocerse. Los días fueron pasando y con ellos las actividades y oportunidades. Entre medio aparecieron máscaras de colores, instrumentos algunos más extraños que otros, estos famosos blogs, clases de movimiento en donde saltamos, caminamos y disfrutamos del baile. Pasamos por sesiones de drama llenos de emociones que explotaban sin aviso alguno. Hasta que llegó el fin. 

                                                                                         
A pesar de que habían veces en que nos sentimos raros haciendo cada una de las actividades que la profe Erna realizaba con tanta pasión, o sentíamos que hacíamos el ridículo, siempre son experiencias que valen la pena vivir y que siempre recordaremos. Si bien ahora quizás no le encontremos todo el significado a las actividades que hicimos, yo estoy segura que todo esto es por algo y que en un futuro nos servirán, al menos, para saber expresarnos de otra forma, perderle un poco el miedo al ridículo y por supuesto la creatividad que en momentos guardamos pensando que es únicamente para niños, pero ¡NO!, precisamente es eso lo que nos ayudará de mucho cuando seamos todos unos profesionales.
Y es ahora cuando le agradezco a cada uno de ustedes por todo lo entregado en cada sesión, también a los profes por la disposición en cada clase, el apoyo y respeto en nuestras opiniones.
Es difícil decirle adiós a todos los procesos que vivimos, pero este final es bueno, pasaremos a otra etapa llena de nuevas experiencias que no sé cómo serán, ya que gracias a la nueva malla tenemos el ramo Terapia Ocupacional y Estrategias de Intervención durante toda la carrera, por lo que puedo suponer que serán muchas actividades diferentes cada semestre con distintos enfoques.
La verdad, este semestre se pasó muy rápido y clase a clase no se puede dimensionar al 100% que fue lo bueno y lo malo de todo lo ocurrido, pero ahora que ya acabo, en pocas palabras puedo decir que en su mayoría fueron momentos buenos, al igual que la estrategia del blog. En particular me gustó mucho la idea de poder escribir, si bien gasta mucho tiempo y necesita bastante dedicación, me gusta expresar lo que pensé o sentí, ya que no lo suelo hacer al frente de los demás. No sé si este blog alguna vez alguien lo verá y leerá todo lo que con cariño escribí, pero si esto llegara a pasar, a ti lector te digo que aquí están todos los detalles de las experiencias de una mechona con muchas expectativas por lo que iba a pasar.  Por eso te doy la bienvenida a este nuevo viaje que ya empezó.
  



                                                     

jueves, 25 de julio de 2013

Los incluyo en mis regalos.



Regalos creativos: hacer un regalo para cada integrante de nuestro grupo que represente la inclusión. En un principio sonaba muy complicado, pero después de mucho pensar fueron saliendo las ideas y fui llevando a cabo los famosos regalos. 
De un momento a otro, llegó el día de entregárselos a los demás, era una situación de nervios, ya que en el fondo son cosas hechas por mí con bastante dedicación y no estaba segura que les fuesen a gustar, o encontraran que un regalo era mejor que el otro.  
Al vernos, me di cuenta que todos teníamos regalos muy diferentes y por un momento sentí que los míos no eran lo que se necesitaba, pero después me di cuenta que en realidad todos estaban bien, pero cada uno demostraba nuestro estilo particular.
Comenzó la repartición de regalos. En total habían muchos, unos más grandes que otros, unos más coloridos y de distintos materiales. Estaban los parches de la Dayra que eran cada uno de un color distinto, o las extravagantes muñecas de la Dani. Los distintos regalos de la Coni, y entre ellos también estaban mis regalos, que no sabría cómo definir.
La idea era ir entregándolos e ir explicando por qué era así el regalo. Por ejemplo, entre mis regalos estaba la figura de baile de una mujer y un hombre que usaba una silla de ruedas y mi explicación para esto fue que quería demostrar que entre ambos no había una mayor diferencia, por eso los dos estaban del mismo color negro, y que ambos podían bailar de una forma maravillosa. El tema del baile era porque a uno de los integrantes le encanta bailar. 




Fuimos pasando cada uno sus regalos y explicándolo, así fue como la Dani explicó por qué sus muñecas tenían ese diseño, diciendo que quería que cada una de ellas tuviera alguna característica de nosotros, es gracias a esto que tenían una nariz de payaso por la personalidad de la Cony, pelo crespo y castaño gracias a mí y la Flo, un tutu como ropa, demostrando la pasión del Dani, etc
Con esto, me di cuenta que cada uno le dio un enfoque diferente a los regalos, pero siempre manteniendo el concepto inclusión. Habían algunos abstractos y otros más concretos como mi laberinto en donde distintos caminos llegaban a un mismo lugar o las banderas de la Cony en donde había una de Estados Unidos con muchas chilenas, ya que ese regalo era para la Dani y ella vivió allá mucho tiempo.
Recibí unos regalos preciosos, el parche de la dayra, la muñeca de la Dani, la frase escrita en braille de la Kathe, en realidad todos tienen mucha dedicación y que no los nombre no quiere decir que sean menos importantes. 
A pesar de todo, es muy importante recalcar que todos los regalos fueron hechos con mucha dedicación y ninguno era mejor que otro, cada uno tenía un toque en particular que lo hacía especial. Fue una linda experiencia digna de recordar y 
repetir.




                                                   


sábado, 20 de julio de 2013

Yo te quiero, ¿lo sabes?

Después de casi un mes de paro, retomamos las clases y con ello la última etapa de drama. Ésta vez el último grupo del curso debía escoger una foto de la persona que más quería en la vida, llevándola impresa y digital para que el resto la viéramos proyectada en la clase.

El ambiente era un poco distinto a las actividades anteriores, ya que ciertamente hubo un tiempo de descanso de las emociones. Sin embargo, de poco se fue armando una situación de silencio y respeto, en la cual todos queríamos saber qué foto habían traído y por qué. Cuando comenzó la actividad, el profe bajó las cortinas y cerró la puerta para mantener la confidencialidad de las palabras que cada uno iba a decir.   
Empezaron los relatos y algunos hablaban de sus hermanos mayores o menores, describiendo cada historia con emoción y demostrando todo lo que los querían, aunque no siempre se lo decían. Otros trajeron fotos de sus abuelos simbolizando algo así como un “súper héroe” en ellos. También estaban los papás y mamás, con distintas explicaciones de por qué eran ellos los que estaban proyectados en ese momento. Yo estoy segura que sí la mayoría de aquellos personajes se hubieran enterado que sus hijos, hermanos o nietos llevaron una foto de ellos a la clase y más encima hablaron desde el corazón sobre la relación que tenían con ellos, aunque fueran unas más cercanas que otras, habrían quedado totalmente orgullos y enormemente feliz, tan feliz, que más de alguno liberaría un par de lágrimas gracias a ello. 
Yo como Catalina, creo que esta experiencia fue única, ya que, fuimos capaces de conocer un poco más a las personas con las que convivimos a diario y serán nuestros compañeros por estos cinco años siguientes (ojalá sean 5 y nada más jajaaja), pero este conocer no es únicamente el saber de ellos, si no que conocimos historias importantes y propias de aquellos, que no hubiéramos podido conocer en una simple conversación de pasillo, en un recreo o en el almuerzo.
Por otro lado, este tipo de actividades nos sirven para practicar la empatía, el escuchar a los demás y aprender a entender la situación del otro, sin intentar ponerse en el lugar exacto de los demás. Esta es una tarea que nosotros cuando seamos terapeutas ocupacionales, vamos a poner en práctica a diario y nos va a hacer de gran utilidad cuando cada usuario nos cuente su historia de vida.
Y así es como se terminan las clases de drama y con ellos los sentimientos  a flor de piel, las cosquillas en el estómago y el oxígeno acumulado en el pecho que no queremos soltar para no derramar aquella ínfima pero precoz lágrima que quiere huir de nuestros ojos, ya que sabemos que al soltar una, sólo una, es posible que el río caiga. Y por supuesto no queremos eso, ¿cómo vamos a llorar frente a ellos? No sé por qué hay personas que tienen tanto miedo a llorar.

  

martes, 4 de junio de 2013

¿Cuál es tu amuleto regalón?

Después de la experiencia de la clase pasada, llegó mi turno de ser la actriz de este episodio de drama, junto al grupo 2 que habíamos separada anteriormente.
Nosotros debíamos llevar un objeto que apreciáramos tanto que no podríamos regalar ni vender. En un comienzo me costó demasiado elegir uno, ya que normalmente no me aferro mucho a los objetos materiales. Observé mi pieza y  me di cuenta que tenía algo que estaba ahí hace muchos años: Mi pequeña Dazzle (una osita de peluche).
Al iniciar la clase, nos comenzamos a sacar fotos con nuestros tesoros para luego tener algún retrato que poner en este blog. Luego nos pusimos en un círculo al medio, rodeados del resto del curso.















   

Primero, el profe Felix dijo que pusiéramos los objetos en el suelo y que tomados de las manos camináramos rodeándolos para ver que habían traído los demás. Había desde un anillo, hasta un libro. Cada cosa diferente a la otra.
Comenzó hablando la Javi Madrid, quien había traído una muñeca muy bonita. Luego fue donde todo cambió, le tocó hablar a la Mary (una de mis amigas). Ella estaba contando su historia y todos escuchábamos atentamente, hasta que el profe le preguntó: ¿simbólicamente a quién de este círculo, le regalarías tu objeto? Su cara cambió ya que en ese círculo estábamos la Isi y yo, ambas amigas de la Mary. Fue muy bonito como ella separó las partes de su objeto y nos dio un “pedacito” a cada una, diciendo unas palabras que nos emocionó mucho.
Luego habló la Isi, emocionándome aún más. Y como yo no quería llorar, las odie (simbólicamente)  por un rato jajaja.
Llegó mi momento, no estaba segura de qué iba a decir así que me lancé a la vida con lo que saliera. Comencé súper bien y como ya venía algo emocionada, en un momento me emocioné aun más, pero traté de controlarlo. Era una experiencia muy rara, porque al ver las caras de los demás y del profe, no sabía qué era lo que querían expresar, si me creían o no, o si pensaban que era estúpido lo que estaba diciendo. Al final, como no podía dividir mi osita en dos, se la regalé a la Isi, por el simple motivo de que ella representa más a una niña que la Mary, pero en el fondo las dos son importantes para mí, ya que a pesar del poco tiempo que llevamos conociéndonos, he estado con ellas desde el primer día que nos conocimos.
Así fueron pasando todos los demás del pequeño círculo, habían historias de todo tipo, unas más fuertes que otras, pero todas igual de lindas e importantes, en donde se notaba que todos los objetos que habían ahí, tenían algo especial que los hacía únicos. Salieron sentimientos de risas, penas, angustias, orgullos, felicidad y simplemente todos abrimos nuestros corazones.
Como se dijo al finalizar la actividad: emocionarse y demostrarlo te hace más fuerte, no hay ninguna muestra de debilidad ahí. Todos somos humanos.



lunes, 3 de junio de 2013

Abandona el pasado y el presente arrancará

Llegó una nueva clase y con ello un nuevo tema: Drama. Se dividió en tres el curso, siendo los actores de esta clase el grupo uno.

 Debían traer diario, el cual  pusieron al centro de la sala y formaron un círculo. El profesor Felix les dijo que debían pensar en una persona que haya influido mucho en su vida y hacer con el diario algún objeto que represente a ese tan importante sujeto. Mientras ellos construían sus obras, nosotros les sacábamos fotos y esperábamos ansiosos para ver qué fue lo que realizaron. Yo me puse en su situación y traté de pensar a quién representaría yo, lo cual me fue muy difícil. Admiro la capacidad que tuvieron mis compañeros para poder  pensar en alguien y construir su objeto tan velozmente.
Cuando llegó el momento en que todos habían terminado, cerraron las cortinas, la puerta, apagaron las luces y nos dijeron que este sería un momento personal que debía ser privado, por lo que no podríamos sacar fotos de esa parte de la clase. Surgió una gran expectación, todos acatamos y nos quedamos en silencio, formando un círculo alrededor de los que estaban al centro con los diarios.
Algunos de los objetos fueron: unos grandes lentes, un ramo de flores, una cinta para el cabello, corona, biblia, un corazón enorme, una delicada taza de mate, etc. Son algunas de las creaciones que fueron capaces de realizar cortando diario con las manos y uniéndolo con scotch. 













Lo que sigue, es totalmente una experiencia para recordar. Cada uno de ellos debía ir pasando de a uno, contando a quién y cómo representó y por qué lo escogió.
A medida que fue saliendo uno tras otro, surgió una explosión de emociones que eran casi inevitables de controlar, historias que se escondían atrás de cada una de las caras que vemos a diario, sentimientos que entre todos compartimos al unísono. Estallos de risas, penas, confusiones, comprensión, empatía y más de alguna cara que expresaba desde el mayor sentimiento de compatibilidad hasta algunas con desinterés. En esta clase hubo  un complot de emociones que aparecieron todas al mismo tiempo.
Camufladamente en esta actividad practicamos nuestra capacidad de escuchar, mantener el silencio y sobretodo conservar un respeto tan grande, que nuestros compañeros fueran capaces de expresar todo lo que sentían. Todas estas son características que un terapeuta ocupacional debe tener más que adquiridas y comprendidas  para formar un lazo especial con el usuario.
Al terminar esta clase, es cuando te das cuenta que las cosas pasan y los recuerdos siempre quedan en nuestras mentes, lo cual es una oportunidad maravillosa para nunca olvidar los momentos buenos que hemos vivido y aprender de los malos que queremos dejar atrás pero que aún así son importante recordar.
Como dice esta canción:
“Dicen que un mal momento te hace más fuerte y otros dicen que no importa, que ese trago amargo pasará.
Sólo necesitas de una sonrisa que pueda tu carga aligerar y con la frente en alto caminar…”

Sonríe




domingo, 2 de junio de 2013

¡Libérate!

Y Volvemos a la ropa cómoda. El inicio de esta clase fue muy peculiar, ya que nos hicieron llenar una ficha estilo cuestionario, con cómo nos veíamos a nosotros mismo y qué creíamos que reflejábamos a nuestro entorno. 

Después de un rato, cuando ya todos habíamos terminado, comenzó nuestra caminata sin fin, solo que esta vez fue un estilo de precalentamiento a la actividad que venía después. Nos separamos en dos grupos y la profesora empezó a hacer distintos movimientos para la relajación de nuestro cuerpo, debíamos soltar el tronco y dejarlo caer, luego mover los brazos para un lado y otro, al igual que la cadera, hasta dejar nuestro cuerpo suelto. Eran movimientos que al principio se veían un tanto extraños y que daba vergüenza hacer, pero después de un rato todos estábamos inmersos en la actividad y ya no importaba como tú lo hacías.

Terminado ésto, nos dividimos en nueve grupos en donde debíamos escoger un concepto relacionado con nuestra carrera, el cual después representaríamos en un estilo de regalo, que al verlo esté descrito el concepto, el nuestro es  INCLUSIÓN.

INCLUSIÓN
Ese día, la mayoría de nosotros nos fuimos a vacunar con la segunda dosis en contra la Hepatitis B, por lo que muchos estaban muy adoloridos, así que a ellos la profesora les dio una misión especial: debían crear una melodía de relajación para finalizar la clase. El resto del curso nos dividimos en dos, el primer grupo tenía que quedarse dentro de la sala para improvisar y el segundo debía salir con sus máscaras (las que habíamos decorado dos semanas atrás) y crear otra improvisación. Yo me quede en la sala.

El grupo que nos quedamos dentro con la profesora, nos subdividimos en dos nuevamente, la profesora puso música de un estilo africano, diciendo que debíamos ir saliendo de a dos y movernos al ritmo de la música con movimientos extraños pero expresivos. Un grupo primero y el otro después. Por último  nos fuimos mezclando de a dos en dos y cuando estábamos todos bailando en el centro de la sala, la profe nos hizo imaginar que todos juntos éramos una máquina descompuesta. Rápidamente nos juntamos y comenzamos a movernos como una masa y a emitir distintos sonidos sin control. Fue una experiencia enriquecedora y muy diferente a cualquier otra.

Ahora, entraron los dos grupos que estaban afuera y comenzaron las presentaciones. Primero se presentó el grupo de las máscaras, entraron cabizbajos, con sus caras tapadas y cojeando. Entre ellos estaba el Nacho, quien hacía el papel de “devolverlos a la vida”, se acercaba a cada uno y emitía un sonido en frente de cada uno, los cuales lo repetían y se sacaban las máscaras, luego se volvió a repetir y cada uno fue cayendo al suelo con sus caras tapadas nuevamente. Fue una bonita improvisación.
Seguido de eso, nosotros les mostramos nuestra improvisación de movimientos y sonidos, para concluir con la presentación de las niñas que estaban creando la melodía de relajación.

Expresiones al mil.
Máscaras
Relajación


Movimiento

sábado, 1 de junio de 2013

¡Corre que te pillo!

La semana pasada, la profesora Erna nos dijo que para esta clase debíamos venir con ropa cómoda, que estuviéramos dispuestos  a ensuciar y tirarnos al suelo con ella, ya que trabajaríamos Movimiento Creativo. Al escuchar esto, lo primero que se me vino a la mente era yo saltando, bailando raramente, corriendo y rodando por el suelo. Pero cuando comenzó la clase, en realidad no fue exactamente como  pensaba.

Para iniciar, formamos filas y debíamos apoyar las manos en los hombros del compañero/a de adelante, cerrar los ojos y empezar a dar unos pequeñitos golpes alrededor de sus hombros, luego en la espalda y por último sobre la cabeza de la persona de adelante. Esta actividad funcionó bastante bien, ya que todos mantuvimos los ojos cerrados, la respiración constante y logramos concentrarnos hasta únicamente percibir los golpecitos que todos estábamos dando al mismo tiempo. 

Inmediatamente, debíamos formar parejas, la profesora se sacó los zapatos y se subió con ellos en las manos arriba de una silla. La actividad consistía en que cada uno era un zapato, entonces debíamos movernos tal como ella los movía. Fue muy chistoso, ya que terminamos todos en el suelo rodando, tratando de no chocar con los demás.
Hablando de evitar a la gente, ¿te has dado cuenta lo difícil que es caminar por pleno centro de Santiago en un horario en donde todos salen de sus trabajos y corren para poder llegar lo antes posibles a sus hogares? Bueno, nosotros hicimos lo mismo, pero en nuestra sala. Debíamos caminar por todos lados, tratando de no chocar, luego teníamos que  ir saludando a los compañeros con los que nos topáramos sólo con la mirada, luego con la mano derecha, izquierda, con ambas, apretándonos una oreja, las mejillas y hasta dándonos choquecitos cadera con cadera. Según mi opinión ésto no funcionó muy bien, ya que la mayoría no logró concentrarse como creo que la profesora esperaba, así que terminó siendo una actividad en donde no fue tanto el sentido que se encontró, si no que fue un momento en donde desahogar la risa acumulada. 
En un momento la profe nos dijo que camináramos de espalda y nos quedáramos así con la primera persona con la que choquemos, yo me estrellé contra la Rayen, una compañera que mide como medio metro o más que yo. Por lo que fue medio complicado tratar de traspasar emociones por medio de las espaldas, ya que ella debía doblarse mucho y yo tratar de ponerme en puntitas para alcanzar sus hombros. Fue divertido.
Se acercaba el final de la clase, hicimos una coreografía de coordinación que la verdad no fue muy coordinada, hasta llegar a la parte final. Nos sentamos en grupos y únicamente por el tacto de nuestras manos, debíamos transmitir sentimientos y energías. Fue una experiencia nueva en donde más allá de darnos cuenta de las diferencias entre una mano y otra, se dio la particularidad de que fuimos capaces de transmitirnos cosas a través del tacto, acción que solemos olvidar.

viernes, 31 de mayo de 2013

¡Decorar, decorar!

Tal como decía el profesor Utonio en las Chicas SuperPoderosas, para esta clase se necesitaba azúcar, flores y muchos colores para crear la máscara perfecta (para ti).
Una vez que las máscaras que hicimos hace un par de clases atrás, estuvieran totalmente secas, llegó la hora de decorarlas, siendo las preguntas de esta vez: ¿cómo? ¿Qué le pongo para que quede tal como la imagino?

Comenzó la clase, nos reunimos en la sala Tomás Fierro de nuestra hermosa escuelita y nos sentamos en grupos poniendo en la mesa todos los materiales que cada uno había traído, para así poder reunir la mayor cantidad de decorativos para compartir. 

En un principio, estaba segura de que mi obra, sería de fondo negro con decoraciones plateadas con morado, pero al llegar el momento de los “que hubo” terminé pintándola blanca y haciéndole decoraciones en morado.  Me gustaba como estaba quedando, aunque seguía pensando que con fondo oscuro resaltarían más las lentejuelas, así que me decidí y comencé a pintarla de nuevo de negro con mucho cuidado para no manchar las lentejuelas que ya había puesto. Al terminar la clase solo llevaba la mitad re-pintada.
Al ver cómo habían quedado las de mis compañeros, quedé impresionada, ya que había de todo y todas muy lindas. Algunos usaron  temperas, otros escarchas, algunos mezclaron pinturas, con papeles, decoraciones y hasta lentejuelas. De verdad se veía la gran variedad de gustos que había dentro de esa sala. Ninguna se parecía mayormente a otra, todas tenían su “no sé qué” que la hacía especial. 
Estábamos todos tan concentrados en lo nuestro, que no nos dimos cuenta que la hora ya había pasado, que el día estaba totalmente oscuro y con una lluvia tan fuerte que azotaba nuestro patio, así que fue una aventura tratar de llegar a mi casa con la máscara viva, ya que debía subirme al metro en horario “pick” y más encima tratar de salvarla del agua que caía de las nubes.
Sabía que tenía que llevar la máscara hecha en unas clases más, así que debía terminarla en algún momento. No imaginaba qué hacerle a la otra parte de la cara, así que me demoré en comenzar a terminarla, hasta que me decidí a hacerla como en un principio quería. Me puse manos a la obra, ya que en la parte derecha estaba con fondo negro y decoraciones en morado, la parte izquierda le puse lentejuelas plateadas una al lado de la otra, procurando dejar la parte del ojo, para decorarla en tonos dorados, al igual que la boca. 
 Después de un rato tenía mi máscara terminada y con eso mi misión estaba casi cumplida, ahora simplemente debía esperar que llegara la clase en que tenía  que llevarla y procurar que llegue a salvo a la universidad. 
Sin darnos cuenta, en esta actividad utilizamos toda nuestra creatividad, motricidad fina, paciencia y perseverancia para poder realizar tal como queríamos nuestro trabajo. Todas características que debemos desarrollar constantemente para poder ser unos muy buenos terapeutas ocupacionales.



jueves, 30 de mayo de 2013

Yo escribo, tú lees, yo aprendo y tú también.

Y llegó la clase de reemplazo para aquella en donde por problemas de salas no pude realizar este blog, ¿lo recuerdas? Es la que nombré en la segunda entrada, un poquito más abajo.
 Ésta fue un día viernes, en donde todos los que somos número impar en la lista debimos ir a la sala de computación con el profe Felix. En un comienzo, encontré muy entretenido esto de hacer un blog en donde poder expresarse, emoción que se fue desvaneciendo a medida que me di cuenta que no era muy buena para esto de la tecnología y sus quehaceres, ya que nada de lo que yo quería hacer me funcionaba. En un principio, descubrí que era el computador el que estaba malo y no yo la que estaba cometiendo el error, por lo que me cambié al de al lado. Al prender aquel, me di cuenta que el internet no abría y comencé a colapsar ya que el tiempo pasaba y aún no tenía ningún intento de blog ni nada que se le pareciera y en una hora debía irme. Respiré, y decidí probar con un computador lejano. Éste me funcionó por fin.
Al comenzar a crear, tenía que descubrir cómo podía “enchular” el sitio de una forma que me representara y me gustara al mismo tiempo.
 Primero el nombre. Estaba segura que no quería ponerle un título como “Terapia Ocupacional” o “Blog de estrategias”, ninguno que dijera exactamente lo que es este trabajo, es por esto, que decidí que el título hablara de mí y al mismo tiempo de la carrera y el ramo. Después de un rato, me convencí por “Mi sí disimulado”, ya que como comenté anteriormente, estoy escribiendo sobre el enorme sí que tenía escondido en el fondo de mí, cuando decidí cambiarme de carrera y comenzar a estudiar ésta.  
Cuando me empezó a funcionar la decoración, me motivé nuevamente y si no entendía cómo hacer algún ajuste, al lado mío estaba un compañero “seco” en los computadores que me enseñó lo que me costaba.
Un punto importante, eran los llamados gadget, definidos vulgarmente como los links del costado. Los primeros fueron los videos: “El circo de las mariposas” y “Out of sight”. Me encantan, el del circo es bastante conocido, pero para mí representa la inclusión y la confianza en sí mismo y el otro video me llamó la atención ya que me impresiona como puede cambiar tanto el mismo mundo al ser percibido de diferentes formas. 
¿Alguna vez has intentado agarrar una taza de té, imaginando que no tienes el pulgar? ¿Qué pasaría si no pudieras ver por dónde caminas y tienes que llegar por ti a un lugar desconocido? ¿Podrías reconocer el olor a pasto recién mojado, si no supieras cómo es el pasto y el agua? ¿Qué pensaste cuando viste por la calle a una persona que como piernas utilizaba una silla de ruedas?
Yo confío en la inclusión, en un Santiago accesible y en un cambio de pensamiento en la gente.


  Protagonista del "Circo de las Mariposas" 

martes, 28 de mayo de 2013

Porque la Música es así, fiel y sincera de por vida ...

¿Alguna vez pensaste que sería de este mundo sin música, sin ruidos, sin sonidos?, ¿pudiste ver lo favorecido que eres al escucharlos, por muy molestosos que a veces puedan llegar a ser?
Nuestra tercera sesión se trató de eso: el ruido, la música y los instrumentos.
Al iniciar la clase, todos veníamos muy enérgicos ya que no habíamos tenido clases en hartas horas antes, por lo que tocamos los instrumentos, conversamos y cantamos a todo volumen durante mucho rato.

Para comenzar, la profesora nos mostró un power point en donde nos explicaba qué era para ella la creatividad, en donde dijo que creatividad era “Crea tu vida”, lo cual me hizo bastante sentido después de oírlo, ya que cada uno tienen su propia forma de demostrar su imaginación, dándole forma a su vida.
Luego de eso, pusimos todos los instrumentos en el centro, en donde aparecieron algunos de viento, percusión, cuerda, etc. Yo llevé un kultrún, de origen mapuche. Había que caminar alrededor de ellos y escoger uno que nos llamara la atención y que no fuera el nuestro Mi elección fue un pequeño Palo de Agua.
Cuando cada uno tenía su elegido, la profe puso en las “diapos” distintos colores que nosotros debíamos interpretar con los sonidos de nuestros instrumentos: cuando salía negro todos tocábamos muy fuerte, luego en azul el sonido se tranquilizaba bastante, para apurarse nuevamente cuando aparecía un tono rojizo en la pantalla. Era interesante como a pesar de que cada uno podía interpretar como quisiera los colores, todos hacíamos más o menos lo mismo. Después, se proyectaron sentimientos en los cuales aparecía la rabia, felicidad, tristeza, entre otros.
Luego de ese momento de expresión máxima, nos juntamos por grupos de instrumentos. Yo me junté con otras dos compañeras que tenían Palos de Agua, pero más grandes. Teníamos que hacer una melodía para presentar frente al curso, siendo nosotras las últimas en exhibir por el prolijo y suave sonido de nuestros instrumentos.
Nuestra melodía, terminó siendo muy bonita y armoniosa, ya que como no hay muchas formas de tocar un palo de agua, utilizamos diferentes movimientos: unos más largos, otros cortos, hacia los lados o hacia arriba para que así el sonido cambiara de tono y se produjera un estilo de climax en la música.
Al finalizar las presentaciones, se pudo rescatar la gran imaginación, coordinación y habilidad que todos demostramos para poder realizar bien la actividad, ya que como se utilizó desde instrumentos muy complejos hasta otros hechos a mano, unos que sonaban fuertes y también estaban los que apenas se oían, había que hacer un gran esfuerzo para que todos se escucharan.
Es inevitable no acordarse de la llamada “Musicoterapia”. Yo considero que la música es algo tan maravilloso,  que no importa que estilo te gusta, ni cuál es tu canción preferida. La música tiene la capacidad de ayudar en las rehabilitaciones de las personas y eso es impresionante. 
Esta canción expresa lo que digo, si no la conocen es importante escucharla completa  J

jueves, 23 de mayo de 2013

Un poquito de mi

Fui chiquitita como una pepita de ají, bueno quizás no tanto, pero sí bastante pequeña. Nací un 29 de octubre de 1993, de una madre chilena y un padre dominicano.
Crecí en un colegio pequeño, llamado W.A.Mozart, en el cual conocí a muchas personas, de las cuales algunas aún siguen en mi vida. 
Con una de mis mejores amigas

Jardín Infantil










A los 12 años, cuando comenzaría séptimo básico, me cambié al San Agustín, un colegio en donde viviría los mejores momentos de mi vida hasta el momento, conocería a quienes serían mis amigos y las personas con las que compartiría más de una locura.
Al avanzar los años me fui convirtiendo en quien soy ahora, demostrando mis intereses y habilidades, participando todos los años de la barra, actividad de la semana del colegio que se prepara durante 5 meses, para así en cuarto medio, llegar a ser yo la jefa del grupo. Trataba de participar en lo que más pudiera y me gustara, desde cursos de teatro, hasta actividades sociales.
Al finalizar tercero medio, llegaba un momento muy esperado: la gira de estudios, la cual es una de las mejores experiencias que he tenido con el que fue mi curso de la vida. 
Hasta que llegó así el 2011, un año decisivo, cuarto medio. Estaba llena de presiones: que la PSU,  el escoger una carrera, estaba el colegio y el preu. Pero aún así yo decidí vivir con todo mi último año de colegio y con eso mi última Semana Agustina, de lo cual no me arrepiento para nada.
 




Fue en ese año en donde aparecieron con mayor fuerza mis complicaciones, ya que no estaba segura de qué estudiar, porque sabía que me gustaba el ámbito matemático, pero también el lado social y de ayuda al otro. Es por esto que al momento de postular a una carrera, por cosas de la vida, entré a Ingeniería Comercial, una carrera que iba enfocada a mis gustos por las matemáticas y a la vez era la ingeniería más “social” dentro del área. Al ir avanzando el año, me di cuenta que no todo estaba tan bien como pensaba, seguía pensando en Terapia Ocupacional (mi segunda opción) y en que quería dedicar mi vida a algo que le sirviera a las personas, algo que le diera sentido a mi vida y no estaba segura que siendo ingeniera pudiera lograr esa cercanía tan importante con la gente.
En un instante decidí ser parte del Instituto Teletón, al cual postulé y por cosas de la vida pasé todas las pruebas quedando felizmente J .
Verano Teletón 2013

Cuando avanzaba el segundo semestre, toda mi duda resurgió por distintos motivos, con los cuales después de pensar, decidí cambiarme de carrera. Terminé mi año de Comercial y con ello me propuse mantener a las personas que fueron parte de mi vida ese año. Postulé con el puntaje anterior a Terapia Ocupacional en la Universidad de Chile. Y fue en ese momento en donde liberé y grité al mundo “Mi Sí Disimulado”…. Mi sí a la Terapia Ocupacional.

sábado, 4 de mayo de 2013

Y tú, ¿Qué es lo que escondes?


Empieza la segunda clase y el curso fue dividido en dos. La primera parte, los que tenían número impar en la lista, iríamos a computación a realizar este blog y los pares iban a la clase de máscaras con la profe Erna. Lamentablemente, al llegar a los computadores, nos dimos cuenta que hubo un error y la sala estaba ocupada por un curso de Medicina, por lo que nuestra clase “funó”. Más adelante hablaré de ésta y su recuperación.

                          


Llegó la tercera clase, el momento ansiado en el que nos tocaba hacer a nosotros la máscara y a los demás hacer el blog. Entramos a la sala todos eufóricos, algunos conversaban más que de costumbre, otros estaban nerviosos porque no sabían que se sentía estar por un rato con la cara tapada con  yeso, había a quienes les preocupaban sus ojos y a otros no poder respirar. Nos entregaron los materiales, la profesora nos explicó cómo se hacía y dijo: ¡Comiencen!. Las máscaras se hacían en pareja y con mi compañera: la Gabi, nos miramos medias confundidas y empezamos. Primero yo le puse el yeso a ella, era una impresión bastante extraña pero entretenida, algo así como estar moldeando una cara. Había que preocuparse de no ponerle demasiada agua al yeso para no mancharle el pelo y tener el cuidado preciso con la parte de los ojos, la boca y la nariz (si queríamos mantener con vida a la compañera jajaja).
Fue un trabajo que sacó a relucir toda nuestra motricidad fina y paciencia, al fin y al cabo, estábamos practicando para cuando seamos terapeutas ocupacionales, ya que más de alguno puede dedicarse a hacer órtesis, trabajo en el cual se necesita MUCHA motricidad fina y paciencia suficiente, o sin irnos tan al extremo, requerimos de nuestra paciencia para poder participar de buena manera con nuestros  usuarios.
Después de un rato, llegó mi turno para que me pusieran el yeso. Me llené la cara de vaselina para evitar que se me pegara la máscara, me acosté sobre la mesa y listo, totalmente entregada a las manos de la Gabi. Al principio era una sensación muy extraña, ya que el yeso con el agua se sentía bastante frío al tocar mi piel. Me comencé a relajar, hasta que en un momento me dio un ataque de risa y no podía parar de reír (de forma extraña obviamente, ya que no lograba reírme bien, porque tenía toda mi cara cubierta de yeso). Y fue gracias a mi explosión de risa, que mi máscara quedó algo fea, ya que se marcaron unos enormes labios bien prominentes. Pero al fin y al cabo, quedó la máscara lista para secarse, demostrando un gran momento, en el cual te entregas totalmente a las manos de la otra persona, confiando ciegamente (literal y metafóricamente hablando), de las capacidades y delicadeza de la compañera. Es así como queremos que en un futuro las personas que requieran de nuestros conocimientos, confíen en nosotros, de nuestras capacidades, intuiciones e ideas.