viernes, 31 de mayo de 2013

¡Decorar, decorar!

Tal como decía el profesor Utonio en las Chicas SuperPoderosas, para esta clase se necesitaba azúcar, flores y muchos colores para crear la máscara perfecta (para ti).
Una vez que las máscaras que hicimos hace un par de clases atrás, estuvieran totalmente secas, llegó la hora de decorarlas, siendo las preguntas de esta vez: ¿cómo? ¿Qué le pongo para que quede tal como la imagino?

Comenzó la clase, nos reunimos en la sala Tomás Fierro de nuestra hermosa escuelita y nos sentamos en grupos poniendo en la mesa todos los materiales que cada uno había traído, para así poder reunir la mayor cantidad de decorativos para compartir. 

En un principio, estaba segura de que mi obra, sería de fondo negro con decoraciones plateadas con morado, pero al llegar el momento de los “que hubo” terminé pintándola blanca y haciéndole decoraciones en morado.  Me gustaba como estaba quedando, aunque seguía pensando que con fondo oscuro resaltarían más las lentejuelas, así que me decidí y comencé a pintarla de nuevo de negro con mucho cuidado para no manchar las lentejuelas que ya había puesto. Al terminar la clase solo llevaba la mitad re-pintada.
Al ver cómo habían quedado las de mis compañeros, quedé impresionada, ya que había de todo y todas muy lindas. Algunos usaron  temperas, otros escarchas, algunos mezclaron pinturas, con papeles, decoraciones y hasta lentejuelas. De verdad se veía la gran variedad de gustos que había dentro de esa sala. Ninguna se parecía mayormente a otra, todas tenían su “no sé qué” que la hacía especial. 
Estábamos todos tan concentrados en lo nuestro, que no nos dimos cuenta que la hora ya había pasado, que el día estaba totalmente oscuro y con una lluvia tan fuerte que azotaba nuestro patio, así que fue una aventura tratar de llegar a mi casa con la máscara viva, ya que debía subirme al metro en horario “pick” y más encima tratar de salvarla del agua que caía de las nubes.
Sabía que tenía que llevar la máscara hecha en unas clases más, así que debía terminarla en algún momento. No imaginaba qué hacerle a la otra parte de la cara, así que me demoré en comenzar a terminarla, hasta que me decidí a hacerla como en un principio quería. Me puse manos a la obra, ya que en la parte derecha estaba con fondo negro y decoraciones en morado, la parte izquierda le puse lentejuelas plateadas una al lado de la otra, procurando dejar la parte del ojo, para decorarla en tonos dorados, al igual que la boca. 
 Después de un rato tenía mi máscara terminada y con eso mi misión estaba casi cumplida, ahora simplemente debía esperar que llegara la clase en que tenía  que llevarla y procurar que llegue a salvo a la universidad. 
Sin darnos cuenta, en esta actividad utilizamos toda nuestra creatividad, motricidad fina, paciencia y perseverancia para poder realizar tal como queríamos nuestro trabajo. Todas características que debemos desarrollar constantemente para poder ser unos muy buenos terapeutas ocupacionales.



jueves, 30 de mayo de 2013

Yo escribo, tú lees, yo aprendo y tú también.

Y llegó la clase de reemplazo para aquella en donde por problemas de salas no pude realizar este blog, ¿lo recuerdas? Es la que nombré en la segunda entrada, un poquito más abajo.
 Ésta fue un día viernes, en donde todos los que somos número impar en la lista debimos ir a la sala de computación con el profe Felix. En un comienzo, encontré muy entretenido esto de hacer un blog en donde poder expresarse, emoción que se fue desvaneciendo a medida que me di cuenta que no era muy buena para esto de la tecnología y sus quehaceres, ya que nada de lo que yo quería hacer me funcionaba. En un principio, descubrí que era el computador el que estaba malo y no yo la que estaba cometiendo el error, por lo que me cambié al de al lado. Al prender aquel, me di cuenta que el internet no abría y comencé a colapsar ya que el tiempo pasaba y aún no tenía ningún intento de blog ni nada que se le pareciera y en una hora debía irme. Respiré, y decidí probar con un computador lejano. Éste me funcionó por fin.
Al comenzar a crear, tenía que descubrir cómo podía “enchular” el sitio de una forma que me representara y me gustara al mismo tiempo.
 Primero el nombre. Estaba segura que no quería ponerle un título como “Terapia Ocupacional” o “Blog de estrategias”, ninguno que dijera exactamente lo que es este trabajo, es por esto, que decidí que el título hablara de mí y al mismo tiempo de la carrera y el ramo. Después de un rato, me convencí por “Mi sí disimulado”, ya que como comenté anteriormente, estoy escribiendo sobre el enorme sí que tenía escondido en el fondo de mí, cuando decidí cambiarme de carrera y comenzar a estudiar ésta.  
Cuando me empezó a funcionar la decoración, me motivé nuevamente y si no entendía cómo hacer algún ajuste, al lado mío estaba un compañero “seco” en los computadores que me enseñó lo que me costaba.
Un punto importante, eran los llamados gadget, definidos vulgarmente como los links del costado. Los primeros fueron los videos: “El circo de las mariposas” y “Out of sight”. Me encantan, el del circo es bastante conocido, pero para mí representa la inclusión y la confianza en sí mismo y el otro video me llamó la atención ya que me impresiona como puede cambiar tanto el mismo mundo al ser percibido de diferentes formas. 
¿Alguna vez has intentado agarrar una taza de té, imaginando que no tienes el pulgar? ¿Qué pasaría si no pudieras ver por dónde caminas y tienes que llegar por ti a un lugar desconocido? ¿Podrías reconocer el olor a pasto recién mojado, si no supieras cómo es el pasto y el agua? ¿Qué pensaste cuando viste por la calle a una persona que como piernas utilizaba una silla de ruedas?
Yo confío en la inclusión, en un Santiago accesible y en un cambio de pensamiento en la gente.


  Protagonista del "Circo de las Mariposas" 

martes, 28 de mayo de 2013

Porque la Música es así, fiel y sincera de por vida ...

¿Alguna vez pensaste que sería de este mundo sin música, sin ruidos, sin sonidos?, ¿pudiste ver lo favorecido que eres al escucharlos, por muy molestosos que a veces puedan llegar a ser?
Nuestra tercera sesión se trató de eso: el ruido, la música y los instrumentos.
Al iniciar la clase, todos veníamos muy enérgicos ya que no habíamos tenido clases en hartas horas antes, por lo que tocamos los instrumentos, conversamos y cantamos a todo volumen durante mucho rato.

Para comenzar, la profesora nos mostró un power point en donde nos explicaba qué era para ella la creatividad, en donde dijo que creatividad era “Crea tu vida”, lo cual me hizo bastante sentido después de oírlo, ya que cada uno tienen su propia forma de demostrar su imaginación, dándole forma a su vida.
Luego de eso, pusimos todos los instrumentos en el centro, en donde aparecieron algunos de viento, percusión, cuerda, etc. Yo llevé un kultrún, de origen mapuche. Había que caminar alrededor de ellos y escoger uno que nos llamara la atención y que no fuera el nuestro Mi elección fue un pequeño Palo de Agua.
Cuando cada uno tenía su elegido, la profe puso en las “diapos” distintos colores que nosotros debíamos interpretar con los sonidos de nuestros instrumentos: cuando salía negro todos tocábamos muy fuerte, luego en azul el sonido se tranquilizaba bastante, para apurarse nuevamente cuando aparecía un tono rojizo en la pantalla. Era interesante como a pesar de que cada uno podía interpretar como quisiera los colores, todos hacíamos más o menos lo mismo. Después, se proyectaron sentimientos en los cuales aparecía la rabia, felicidad, tristeza, entre otros.
Luego de ese momento de expresión máxima, nos juntamos por grupos de instrumentos. Yo me junté con otras dos compañeras que tenían Palos de Agua, pero más grandes. Teníamos que hacer una melodía para presentar frente al curso, siendo nosotras las últimas en exhibir por el prolijo y suave sonido de nuestros instrumentos.
Nuestra melodía, terminó siendo muy bonita y armoniosa, ya que como no hay muchas formas de tocar un palo de agua, utilizamos diferentes movimientos: unos más largos, otros cortos, hacia los lados o hacia arriba para que así el sonido cambiara de tono y se produjera un estilo de climax en la música.
Al finalizar las presentaciones, se pudo rescatar la gran imaginación, coordinación y habilidad que todos demostramos para poder realizar bien la actividad, ya que como se utilizó desde instrumentos muy complejos hasta otros hechos a mano, unos que sonaban fuertes y también estaban los que apenas se oían, había que hacer un gran esfuerzo para que todos se escucharan.
Es inevitable no acordarse de la llamada “Musicoterapia”. Yo considero que la música es algo tan maravilloso,  que no importa que estilo te gusta, ni cuál es tu canción preferida. La música tiene la capacidad de ayudar en las rehabilitaciones de las personas y eso es impresionante. 
Esta canción expresa lo que digo, si no la conocen es importante escucharla completa  J

jueves, 23 de mayo de 2013

Un poquito de mi

Fui chiquitita como una pepita de ají, bueno quizás no tanto, pero sí bastante pequeña. Nací un 29 de octubre de 1993, de una madre chilena y un padre dominicano.
Crecí en un colegio pequeño, llamado W.A.Mozart, en el cual conocí a muchas personas, de las cuales algunas aún siguen en mi vida. 
Con una de mis mejores amigas

Jardín Infantil










A los 12 años, cuando comenzaría séptimo básico, me cambié al San Agustín, un colegio en donde viviría los mejores momentos de mi vida hasta el momento, conocería a quienes serían mis amigos y las personas con las que compartiría más de una locura.
Al avanzar los años me fui convirtiendo en quien soy ahora, demostrando mis intereses y habilidades, participando todos los años de la barra, actividad de la semana del colegio que se prepara durante 5 meses, para así en cuarto medio, llegar a ser yo la jefa del grupo. Trataba de participar en lo que más pudiera y me gustara, desde cursos de teatro, hasta actividades sociales.
Al finalizar tercero medio, llegaba un momento muy esperado: la gira de estudios, la cual es una de las mejores experiencias que he tenido con el que fue mi curso de la vida. 
Hasta que llegó así el 2011, un año decisivo, cuarto medio. Estaba llena de presiones: que la PSU,  el escoger una carrera, estaba el colegio y el preu. Pero aún así yo decidí vivir con todo mi último año de colegio y con eso mi última Semana Agustina, de lo cual no me arrepiento para nada.
 




Fue en ese año en donde aparecieron con mayor fuerza mis complicaciones, ya que no estaba segura de qué estudiar, porque sabía que me gustaba el ámbito matemático, pero también el lado social y de ayuda al otro. Es por esto que al momento de postular a una carrera, por cosas de la vida, entré a Ingeniería Comercial, una carrera que iba enfocada a mis gustos por las matemáticas y a la vez era la ingeniería más “social” dentro del área. Al ir avanzando el año, me di cuenta que no todo estaba tan bien como pensaba, seguía pensando en Terapia Ocupacional (mi segunda opción) y en que quería dedicar mi vida a algo que le sirviera a las personas, algo que le diera sentido a mi vida y no estaba segura que siendo ingeniera pudiera lograr esa cercanía tan importante con la gente.
En un instante decidí ser parte del Instituto Teletón, al cual postulé y por cosas de la vida pasé todas las pruebas quedando felizmente J .
Verano Teletón 2013

Cuando avanzaba el segundo semestre, toda mi duda resurgió por distintos motivos, con los cuales después de pensar, decidí cambiarme de carrera. Terminé mi año de Comercial y con ello me propuse mantener a las personas que fueron parte de mi vida ese año. Postulé con el puntaje anterior a Terapia Ocupacional en la Universidad de Chile. Y fue en ese momento en donde liberé y grité al mundo “Mi Sí Disimulado”…. Mi sí a la Terapia Ocupacional.

sábado, 4 de mayo de 2013

Y tú, ¿Qué es lo que escondes?


Empieza la segunda clase y el curso fue dividido en dos. La primera parte, los que tenían número impar en la lista, iríamos a computación a realizar este blog y los pares iban a la clase de máscaras con la profe Erna. Lamentablemente, al llegar a los computadores, nos dimos cuenta que hubo un error y la sala estaba ocupada por un curso de Medicina, por lo que nuestra clase “funó”. Más adelante hablaré de ésta y su recuperación.

                          


Llegó la tercera clase, el momento ansiado en el que nos tocaba hacer a nosotros la máscara y a los demás hacer el blog. Entramos a la sala todos eufóricos, algunos conversaban más que de costumbre, otros estaban nerviosos porque no sabían que se sentía estar por un rato con la cara tapada con  yeso, había a quienes les preocupaban sus ojos y a otros no poder respirar. Nos entregaron los materiales, la profesora nos explicó cómo se hacía y dijo: ¡Comiencen!. Las máscaras se hacían en pareja y con mi compañera: la Gabi, nos miramos medias confundidas y empezamos. Primero yo le puse el yeso a ella, era una impresión bastante extraña pero entretenida, algo así como estar moldeando una cara. Había que preocuparse de no ponerle demasiada agua al yeso para no mancharle el pelo y tener el cuidado preciso con la parte de los ojos, la boca y la nariz (si queríamos mantener con vida a la compañera jajaja).
Fue un trabajo que sacó a relucir toda nuestra motricidad fina y paciencia, al fin y al cabo, estábamos practicando para cuando seamos terapeutas ocupacionales, ya que más de alguno puede dedicarse a hacer órtesis, trabajo en el cual se necesita MUCHA motricidad fina y paciencia suficiente, o sin irnos tan al extremo, requerimos de nuestra paciencia para poder participar de buena manera con nuestros  usuarios.
Después de un rato, llegó mi turno para que me pusieran el yeso. Me llené la cara de vaselina para evitar que se me pegara la máscara, me acosté sobre la mesa y listo, totalmente entregada a las manos de la Gabi. Al principio era una sensación muy extraña, ya que el yeso con el agua se sentía bastante frío al tocar mi piel. Me comencé a relajar, hasta que en un momento me dio un ataque de risa y no podía parar de reír (de forma extraña obviamente, ya que no lograba reírme bien, porque tenía toda mi cara cubierta de yeso). Y fue gracias a mi explosión de risa, que mi máscara quedó algo fea, ya que se marcaron unos enormes labios bien prominentes. Pero al fin y al cabo, quedó la máscara lista para secarse, demostrando un gran momento, en el cual te entregas totalmente a las manos de la otra persona, confiando ciegamente (literal y metafóricamente hablando), de las capacidades y delicadeza de la compañera. Es así como queremos que en un futuro las personas que requieran de nuestros conocimientos, confíen en nosotros, de nuestras capacidades, intuiciones e ideas. 






miércoles, 1 de mayo de 2013

Un Gran Comienzo...


Un año o meses antes de decidir entrar a Terapia Ocupacional, la mayoría de nosotros revisó una, otra y otra vez la malla de la carrera, en donde aparecía un supuesto ramo llamado Creatividad. Un nombre bastante llamativo para estar presente en una carrera del área de la salud, para ser sincera. Luego, un mes antes de ingresar a la universidad, me di cuenta que habían hecho  una innovación de la malla y mágicamente este ramo que parecía interesante ya no estaba, y en su lugar se encontraba un título que decía: “Terapia Ocupacional y Estrategias de Intervención I”, un nombre que aún no daba a entender la verdadera característica del curso.
Llegó la primera clase, estábamos todos expectantes, hasta que la profesora nos dio un trabajo que hacer: poner en un triángulo tres características importantes que nos representaran. Yo puse: “Amistad”, “confianza” y “perseverancia”; características que consideraba básicas en mi vida, y también que rescataba de las personas que me rodeaban, ya que, mis amigos son una base en mi vida, no se puede andar por la vida sin confiar en nadie ni dar confianza a los demás, y sin perseverancia, no llegaríamos a ninguna parte. La actividad no terminaba ahí, debíamos escoger un compañero/a con la que no habláramos y comentar nuestras tres palabras. Luego, formar cuartetos y representarnos con una frase ante el curso, nosotros habíamos encontrado un personaje que nos representaba, así que en último momento cambiamos todo e inventamos una frase característica para nosotros. Con esta actividad se pudo apreciar quienes eran los de mayor personalidad, los grupos más creativos y quienes se avergonzaban al estar frente al curso. Yo creo que éste tipo de actividades nos van a servir para conocer más de nosotros y crear la confianza necesaria para poder expresarnos frente a los demás y en un futuro frente a nuestros usuarios.












La siguiente actividad fue sacarnos fotos como curso, con los más amigos, a los compañeros, etc. Entre todos teníamos que jugar y sacar fotos por montones. En un momento se nos ocurrió formar un gran “T.O” con nuestros cuerpos y que el profesor sacara la fotografía desde altura para que se viera la sigla. Realmente ahí se notó que la mayoría de nosotros estaba feliz en donde estaba, haciendo la actividad dada y en la carrera que escogió. Fue una experiencia muy bonita, digna de rescatar de todas maneras. La verdad, creo que entre lo motivante de la actividad, los comentarios que hicieron los profesores en un comienzo y nuestras ganas de disfrutar, formó un ambiente alegre entre risas y juegos, gracias al cual se podría afirmar que todos, o casi todos nos fuimos a nuestras casas con una gran sonrisa en la cara, con ganas de contar que teníamos un ramo en donde sacábamos fotos, escribíamos en un blog, nos pedían decorar el programa del curso y donde los cuadernos no tenían una mayor importancia dentro de la clase, si no nosotros, el respeto y las ganas de participar.