Fui chiquitita como una pepita de ají, bueno quizás no
tanto, pero sí bastante pequeña. Nací un 29 de octubre de 1993, de una madre
chilena y un padre dominicano.
Crecí en un colegio pequeño, llamado W.A.Mozart, en el
cual conocí a muchas personas, de las cuales algunas aún siguen en mi vida.
Con una de mis mejores amigas |
Jardín Infantil |
A los 12 años, cuando comenzaría
séptimo básico, me cambié al San Agustín, un colegio en donde viviría los
mejores momentos de mi vida hasta el momento, conocería a quienes serían mis
amigos y las personas con las que compartiría más de una locura.
Al avanzar los años me fui
convirtiendo en quien soy ahora, demostrando mis intereses y habilidades,
participando todos los años de la barra, actividad de la semana del colegio que
se prepara durante 5 meses, para así en cuarto medio, llegar a ser yo la jefa
del grupo. Trataba de participar en lo que más pudiera y me gustara, desde
cursos de teatro, hasta actividades sociales.
Al finalizar tercero medio, llegaba un momento muy esperado: la gira de estudios, la cual es una de las mejores experiencias que he tenido con el que fue mi curso de la vida.
Hasta que llegó así el 2011, un año decisivo, cuarto
medio. Estaba llena de presiones: que la PSU,
el escoger una carrera, estaba el colegio y el preu. Pero aún así yo
decidí vivir con todo mi último año de colegio y con eso mi última Semana
Agustina, de lo cual no me arrepiento para nada.
Fue en ese año en donde aparecieron con mayor fuerza mis
complicaciones, ya que no estaba segura de qué estudiar, porque sabía que me
gustaba el ámbito matemático, pero también el lado social y de ayuda al otro.
Es por esto que al momento de postular a una carrera, por cosas de la vida,
entré a Ingeniería Comercial, una carrera que iba enfocada a mis gustos por las
matemáticas y a la vez era la ingeniería más “social” dentro del área. Al ir
avanzando el año, me di cuenta que no todo estaba tan bien como pensaba, seguía
pensando en Terapia Ocupacional (mi segunda opción) y en que quería dedicar mi
vida a algo que le sirviera a las personas, algo que le diera sentido a mi vida
y no estaba segura que siendo ingeniera pudiera lograr esa cercanía tan
importante con la gente.
En un instante decidí ser parte del Instituto Teletón, al
cual postulé y por cosas de la vida pasé todas las pruebas quedando felizmente J .
Verano Teletón 2013 |
Cuando avanzaba el segundo semestre, toda mi duda
resurgió por distintos motivos, con los cuales después de pensar, decidí
cambiarme de carrera. Terminé mi año de Comercial y con ello me propuse
mantener a las personas que fueron parte de mi vida ese año. Postulé con el
puntaje anterior a Terapia Ocupacional en la Universidad de Chile. Y fue en ese
momento en donde liberé y grité al mundo “Mi Sí Disimulado”…. Mi sí a la Terapia
Ocupacional.
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